Desde hace tres mil años se celebra en el país de Gales el 31 de
octubre, víspera del día de todos los Espíritus Samhain o Samhuin, ésta
consistía con el fin de amistarse o alejarse de espíritus favorables o
dañinos, ya que el 1 de noviembre todos los espíritus “buenos” y “malos”
quedan sueltos. La tradición cuenta que grupos de gente salían en
procesión en la noche por la comunidad con camisones flotantes y
máscaras llevando consigo calabazas vacías con orificios a
manera de ojos, nariz y boca y un trozo de cirio encendido en su
interior. Los participantes golpeaban las puertas de las casas y al
recibirlos les daban una ramita de muérdago y un trago de hidromiel,
símbolos de la vida perdurable. Al final de la noche dejaban alado de
las ventanas o encima de los muros las calabazas encendidas e iban
renovando la llama hasta la salida del sol. Para hacer más llevadera la
noche solían las familias contar historias de espíritus y aparecidos
mientras bebían hidromiel o cerveza.
Esta forma de llevar esta festividad se ha ido perdiendo casi en su totalidad, aunque aún hay rastros de ella en su forma original.
Ahora se ha cambiado el símbolo ORIGINAL por caramelos, pero sin embargo se mantiene en algo el sentido de aquella ancestral fiesta.
La etimología no está clara, por ejemplo en ingles “to hallow” es consagrar y ween no tiene sentido ni significado, pero veamos: “to wink” que es guiñar el ojo no logra dar sentido.
La celebración de Samhain absorbida por el cristianismo aprovechó ese toque de difuntos y espíritus y la convirtió en la festividad de todos los santos, de ahí queda el término ingles “All Hallow´s eve, es decir, la víspera de todos los santos.
Normalmente la mayoría de tradiciones salen de nuestra antigua Amaruka, Amaraka o Amarakan y se esparcen por el mundo, esta vez no es la excepción, pues en nuestro milenario Ecuador existía una vernácula fiesta llamada “Hayllu Winku”, que significa “Calabaza Consagrada.” De la Runak “winku”: calabaza, y “haylluy”: consagrar.
Este rito nació en América Ecuatorial como una fiesta propiciatoria de los espíritus, entre las festividades tradicionales de las Wichka (que eran las mujeres que trabajaban con la naturaleza o brujas; las Wichkas es el nombre original, de ahí sale Wicca o witch, pero eso es otra historia) Era de un carácter alegre-humorístico, un adiós festivo a miedos y temores.
El “Hayllu Winku” se difundió a toda América, hasta Chile y Argentina al sur y las tierras de Colombia al norte. Los celtas de América lo llevaron a España, Irlanda e Inglaterra, desde donde regresó a América más tarde.
Esta fiesta tan milenaria y nuestra tal vez sea de las pocas festividades originarias que nos quedan, así que trabajemos en recuperarla de la forma más original posible, no es una fiesta “gringa” es una fiesta del Ecuador y Sudamérica.
Este texto lo escribí basándome en investigaciones del Dr. Héctor Burgos Stone, uno de mis grandes maestros, a pesar de no haberlo conocido personalmente.
Esta forma de llevar esta festividad se ha ido perdiendo casi en su totalidad, aunque aún hay rastros de ella en su forma original.
Ahora se ha cambiado el símbolo ORIGINAL por caramelos, pero sin embargo se mantiene en algo el sentido de aquella ancestral fiesta.
La etimología no está clara, por ejemplo en ingles “to hallow” es consagrar y ween no tiene sentido ni significado, pero veamos: “to wink” que es guiñar el ojo no logra dar sentido.
La celebración de Samhain absorbida por el cristianismo aprovechó ese toque de difuntos y espíritus y la convirtió en la festividad de todos los santos, de ahí queda el término ingles “All Hallow´s eve, es decir, la víspera de todos los santos.
Normalmente la mayoría de tradiciones salen de nuestra antigua Amaruka, Amaraka o Amarakan y se esparcen por el mundo, esta vez no es la excepción, pues en nuestro milenario Ecuador existía una vernácula fiesta llamada “Hayllu Winku”, que significa “Calabaza Consagrada.” De la Runak “winku”: calabaza, y “haylluy”: consagrar.
Este rito nació en América Ecuatorial como una fiesta propiciatoria de los espíritus, entre las festividades tradicionales de las Wichka (que eran las mujeres que trabajaban con la naturaleza o brujas; las Wichkas es el nombre original, de ahí sale Wicca o witch, pero eso es otra historia) Era de un carácter alegre-humorístico, un adiós festivo a miedos y temores.
El “Hayllu Winku” se difundió a toda América, hasta Chile y Argentina al sur y las tierras de Colombia al norte. Los celtas de América lo llevaron a España, Irlanda e Inglaterra, desde donde regresó a América más tarde.
Esta fiesta tan milenaria y nuestra tal vez sea de las pocas festividades originarias que nos quedan, así que trabajemos en recuperarla de la forma más original posible, no es una fiesta “gringa” es una fiesta del Ecuador y Sudamérica.
Este texto lo escribí basándome en investigaciones del Dr. Héctor Burgos Stone, uno de mis grandes maestros, a pesar de no haberlo conocido personalmente.
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